Remoja el arroz en agua caliente durante 15 minutos. Escurre y reserva.
En una cacerola, calienta el aceite y fríe el arroz (bien escurrido) hasta que tome un color doradito. Posteriormente añade al arroz la cebolla y el ajo picados y fríe hasta que se tornen transparente.
Licúa el perejil con las dos tazas de agua y vacía al arroz, sazona con la sal y al hervir, baja la flama cocinando durante 20 minutos más.