Pinta con la pintura color chocolate el cuerpo de la caja y la tapa. Deja secar bien y dale una segunda mano. Dejar secar nuevamente.
Toma un poco de pintura blanca con el pincel y desgasta la pintura en una hoja. El pincel debe quedar muy poca pintura, para que al momento de pasarlo por la caja, sólo queden pequeñas marcas “despintadas”.
Repite este procedimiento por la tapa y todos los lados de la caja. Los pincelazos deben quedar de forma irregular.
Mide el listón y pégalo en la caja y la tapa con un poco de silicón.
En el centro de la tapa, pega el adorno de piñas y cerezas con un poco más de silicón.